¡Nunca, dos manos, hicieron tanto! ¿Qué hacemos con las nuestras?
La Virgen tuvo ese sentido del tacto para comprobar la textura interior de un Dios que le exigía lo aparentemente imposible.
*El sentido del tacto para tocar la forma de un Dios humanado.
*El tacto para comprobar la dureza de ser Madre al pie de la cruz.
Para nosotros, contemplar a María en este marco de la Pascua, es darle la enhorabuena por esa intuición que tuvo desde el anuncio del ángel hasta el mismísimo día de Pentecostés. ¡Tuvo tacto para las cosas de Dios y, Dios, fue su gran lotería!
-Sin Ella no hubiera existido la noche más feliz de Belén
-Sin Ella no se hubieran molestado en desplazarse tres regios personajes
-Sin Ella no hubiera habido vino bueno en Caná
Demos gracias a Dios, por el tacto divino de María. Que también nosotros, en esta Pascua, en este mes de mayo, presentemos a Dios estos guantes blancos. Con ellos queremos simbolizar nuestro deseo de vivir, trabajar, sentir y actuar con la misma sensibilidad de la Virgen María.
QUIERO TENER TACTO
Para buscar a Dios y no perderlo
Para distinguir el error de la verdad
Para no andar por caminos equivocados
QUIERO TENER TACTO
Como el de María, vivo e inquieto
Como el de María, humano y divino
Como el de María, sereno y humillado
Como el de María, obediente y activo
QUIERO TENER TACTO
Sin dejar la tierra, tocar el cielo
Sin dejar el cielo, no olvidar la tierra
Sin dejar de ser hombre, no olvidar a Dios
Sin dejar a Dios, sentirme plenamente hombre
QUIERO TENER TACTO
Para comprender y ser comprendido
Para vivir y ayudar a vivir
Para levantarme y ayudar a levantar
Para creer y ayudar a creer
QUIERO TENER TACTO
Como el de María, para bendecir a Dios
Como el de María, para sentir a Jesús
Como el de María, para disfrutar al Espíritu
Como el de María, para acariciar la cruz
QUIERO TENER TACTO
Y, si por lo que sea, sólo tengo para las cosas del mundo
te pido, María, que des otra sensibilidad a mis manos.
Amén.
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