21 de febrero de 2010

1º Semana de Cuaresma - LIBRES

La primera semana de cuaresma nos invita a que veamos a Jesús tentado. Jesús tiene la tentación de vivir su vida desde lo superficial, desde el triunfo rápido, sin esfuerzo...
Jesús supera estas tentaciones y se apoya en la opción que había hecho en el bautismo: que Dios sea el valor más importante en su vida. Jesús opta por vivir libre.

¿Y tú?¿Cuáles son tus tentaciones?¿Cuáles son los caminos que te esclavizan?

¿TE ATREVES A ROMPER TUS CADENAS?¿TE ATREVES A RECICLARTE?

Lucas 4, 1-13. Si pinchas ahí podrás leer el evangelio al que nos referimos con esta reflexión.

17 de febrero de 2010

Comienza la Cuaresma


Qué tal amigos? Ya hemos empezado la cuaresma, y desde la Pastoral Marista de Huelva, queremos hacer lo mismo que en el tiempo de Adviento, cada semana subiremos una foto y con ella una reflexión y al final haremos referencia a la palabra del Evangelio del que trata dicha reflexión.

El miércoles de ceniza nos invita a superar la apariencia para vivir la autenticidad. La primera semana es una invitación a vivir la libertad, a romper nuestras cadenas. La segunda y tercera semana nos introducen en una profunda relación con Jesús, a encontrarnos con Él, dedicándoles tiempos explícitos eso nos posibilitará vivir confiados (tercera semana). La cuarta y quinta semana son una invitación a vivir nuestras relaciones desde el ejemplo de Jesús, acogiendo y renovando. Si somos capaces de vivir esta cuaresma con profundidad podremos vivir un proceso de renovación de reciclaje.

Miércoles de Ceniza: De la apariencia a la Autenticidad.

De nuevo tenemos la oportunidad de un tiempo especial. LA CUARESMA. El miércoles de ceniza es una invitación a ponernos en camino. Tres palabras nos dan pistas:limosna ¿Qué puedo dar de mi para los demás?¿A quién me puedo regalar?¿?Cuáles son mis bienes que puedo dar?¿Sólo dinero? También tengo tiempo, inteligencia, compañía...Oración, podría comenzar un tiempo en que diariamente le dedicase un tiempo a Jesús, un tiempo distinto, para "cerrar la puerta y rezar a mi Padre" ¿No crees en una forma de ser auténtico? Ayuno, ¿de qué me debo privar?¿Qué cosas no me convienen?¿Qué me debo quitar para ganar autenticidad?¿dequé debo hacer dieta?¿Estás dispuesto a ponerte en camino, a reciclarte? ¿TE ATREVES A VIVIR UN TIEMPO NUEVO?
Mateo 6, 1-6.16-18

A continuación podéis pinchar aquí y descargaros un video que merece la pena ver, para empezar a reciclarnos.

Los hombres de gris

El camino de cuarenta días hasta la Pascua lo inauguramos este miércoles de ceniza. Un símbolo incómodo, que para muchos se ha quedado obsoleto y ya no dice nada... Personalmente, me costó mucho tiempo entenderlo. Me tuve que ir a Rumanía y vivir unos años en una ciudad gris y triste como Bucarest para comprenderlo un poco mejor. Allí reflexioné mucho sobre el gris, sobre por qué mi vida -y puede que la muchos otros- parece más una escala de grises que una paleta de pintor de la que extraer tonalidades y matices diferentes.

Y creo que esto tiene mucho que ver con el símbolo de la ceniza de hoy: la necesidad de pararnos (al menos una vez al año) a preguntarnos si vamos por la vida como hombres y mujeres “grises”, anclados en una rutina que nos deja insatisfechos, como anestesiados. O bien, si tenemos colores brillantes que le dan luz y sentido a cada día. Al marcar nuestra frente con ceniza se te está haciendo una pregunta de esas incómodas: ¿de qué pasta está hecha tu vida? ¿qué o quién le pone color a tu vida?

Y es que de esto va el evangelio entero; no de un cúmulo de normas y prohibiciones, sino de todo aquello en lo que nos jugamos que nuestra vida tenga de verdad color, calor, sabor: la ternura en nuestras relaciones, la capacidad para perdonar, el sentido para afrontar el dolor, las cosas que de verdad nos llenan y aquellas que nos dejan vacíos...

El gesto que vamos a hacer ahora se parece a un bautizo, pero no un bautizo de agua, sino de gris. Un gris que nos recuerda dos cosas: que somos eso, barro, polvo..., muy poquita cosa. Y también, que hay mucha gente “hecha polvo” a nuestro alrededor. Y que no podemos darle sentido a nuestra vida sin “mancharnos” de alguna manera con la gente que sufre y lo pasa mal, sin embadurnarnos con las penas y tristezas de nuestros semejantes, sin que nos salpiquen las debilidades y heridas... Porque los que seguimos a Jesús de Nazaret, sabemos que el camino pasa tarde o temprano por la cruz.

Y sin embargo, lo que hoy celebramos no es ningún motivo de angustia o tristeza, sino de esperanza. El Señor nos recuerda que podemos ser felices. Y felices de verdad, con esa felicidad que yo llamo “la de los lunes por la mañana”, la que nos da fuerza y serenidad para levantarnos cada día y disfrutar de los pequeños detalles de cada jornada. Sí, tenemos esa alegría a nuestro alcance, pero a condición de “reciclarnos”, o sea de liberarnos cada vez más de tantas cosas como nos atan sin darnos cuenta: el consumo de tantas cosas inútiles, la preocupación por nuestra imagen, el miedo al qué dirán, la tentación de ir siempre por libre o el andar tirando piedras al tejado ajeno olvidando que también el nuestro es de cristal.

¿Cómo ser luz para otros así, ungidos y bautizados de gris? Para nosotros es imposible, no para Dios. Ése fue el caso de María: la primera de las seguidoras de Jesús fue una mujer sencilla, una campesina analfabeta. Pero el Señor puso color y calor en su vida. Es lo que le pedimos también para cada uno de nosotros en esta tarde.

Fernando Ales, Miércoles de ceniza, 2010

13 de febrero de 2010

Párate a pensar!!

Amigos y amigas a continuación os dejo una imagen que a mi me ha hecho pensar y me gustaría que vosotros también os paréis y comentéis abajo en el apartado comentario lo que os parece, mañana domingo yo adjuntaré mi reflexión, pero es importante que todos formemos parte de este blog y digamos lo que se nos venga a la cabeza viendo la siguiente foto.

P.D: Esta es una nueva sección que si funciona esta vez, seguiremos cada cierto tiempo poniendo una nueva imagen.

7 de febrero de 2010

Impresionante!!

Antes de la actualización dominical del blog, os quiero dejar con un artículo que me han enviado sobre el terremoto en Haití, el título del artículo es ¿Dios en Haití?, escrito por Estrada, Juan A. en el Diario de Sevilla el 23 de enero 2010. Os dejo con él

DESDE la perspectiva científica el terremoto tiene una doble explicación. Por un lado, una zona sísmica, siempre amenazada por terremotos y maremotos, que se suceden con frecuencia. Por otra, que se ha practicado una deforestación masiva del país, que contrasta con la superficie de la República Dominicana, la otra parte de la isla. Además se ha dado una sobreexplotación del suelo, un agotamiento de los recursos naturales, en parte por empresas que han sido pan para hoy y hambre para mañana, y una fuerte explosión demográfica bajo gobiernos corruptos y dictatoriales, como los Duvalier, cuyo heredero se gasta hoy su fortuna en Francia. Cuando el terremoto llegó casi todo se vino abajo, incluido el centro histórico y las instalaciones estatales. Pero el barrio rico y moderno de Pétion Ville, en Puerto Príncipe, apenas ha sufrido daños. Es una isla segura, sólida y bien librada del azote natural.

La conclusión es evidente: con otra política y gobierno, otra distribución de la riqueza y otro tipo de construcciones se hubiera amortiguado mucho la violencia de la naturaleza en el país más pobre de América. Antes que preguntarse por Dios, ¿por qué permite esto?, hay que preguntar al hombre ¿cómo consentimos que tantos seres humanos vivan en la miseria, indefensos ante la naturaleza? La tragedia de Haití sigue al tsunami de Indonesia y vendrán muchos más, porque tres cuartas partes de la humanidad viven en la pobreza, sin medios para controlar la naturaleza. Tenemos los recursos técnicos y materiales para reducir al mínimo estos desastres, pero la distribución internacional de la riqueza los invalida.

¿Y dónde está Dios? Seguimos esperando milagros divinos que cambien el curso de la naturaleza; apelamos a la Providencia para que intervenga en las catástrofes naturales; rezamos y pedimos prodigios y señales. Y Dios guarda silencio y no actúa como esperamos. No aprendemos de la historia. No paró la cruz en el Gólgota; no intervino para evitar Auschwitz; no es el Dios relojero de Newton, que ajusta el reloj natural de vez en cuando; no modifica las leyes de la creación, descubiertas por la ciencia. El hombre y el universo son obra de un creador que respeta la libertad humana y el dinamismo de la naturaleza. Si buscamos al Dios milagrero, siempre a la escucha de los deseos del hombre, busquémoslo en otra religión, no en la del Dios crucificado. Es inconcebible que los cristianos sigamos esperando intervenciones prodigiosas, como en tiempos de Jesús, sin asumir la mayoría de edad del hombre y la autonomía del universo, cuyas leyes conocemos mejor y cada vez más.

En cambio, encontraremos a Dios, si lo buscamos identificándose con las víctimas y llamando a los hombres de buena voluntad a la solidaridad y la justicia; si esperamos que Dios nos inquiete, nos provoque y nos llame a colaborar de mil maneras para mitigar el dolor en Haití; si creemos que Dios no es neutral y que el contraste entre el gran mundo pobre y la minoría de países ricos clama al cielo. Hay que ayudar a Dios para que se haga presente en Haití, porque necesita de los hombres para que llegue ahí el progreso y la justicia. Los muertos y refugiados de la catástrofe tienen hambre de justicia, la de las bienaventuranzas, y Dios necesita testigos suyos para hacerse presente.

Nadie puede hablar en nombre de las víctimas sin experimentar sus sufrimientos ni padecer su forma de vida, sólo hacernos presentes a ellos. El protagonismo corresponde al ser humano: Dios es autor de la historia, en cuanto inspira, motiva y envía para la solidaridad y la justicia. El Dios cristiano no es la divinidad griega que siente celos del hombre y castiga a Prometeo, sino el que se enorgullece de la capacidad para generar vida con la ciencia y el progreso, sólo exigiendo que los recursos naturales se pongan al servicio de todos. Hay que actuar como "si Dios no existiera" y todo dependiera de nosotros, universalizar la solidaridad y cambiar las estructuras internacionales que condenan a pueblos enteros a la miseria. Desde ahí podemos esperarlo todo de Dios y pedirle que fortalezca, inspire y motive a los que luchan por un mundo más justo y solidario.

Dentro de pocos meses Haití será un mero recuerdo, excepto para los que siguen allí, y los habremos olvidado, como a Indonesia o las hambrunas del África subsahariana. La gran tragedia del siglo XXI es la de una humanidad que tiene recursos para acabar con el hambre y mitigar las catástrofes naturales, pero prefiere emplearlos en armamento, para defenderse de los pobres; en policías, para evitar que lleguen a nuestras islas de riqueza y en los despilfarros consumistas de una minoría de países. Del mal de Haití somos todos responsables y la solidaridad no puede quedarse en el acontecimiento puntual, aunque sea necesaria, sino que exige otra forma de vida.

3 de febrero de 2010

El refrigerador de Dios


Como estáis? Hola a todos y a todas, hoy no tengo mucho tiempo para reflexionar pero si he encontrado un texto para mayores, para jóvenes y para todos aquellos que nos gusta este mundo y esta labor que realizamos con niños, emigrantes, familias desfavorecidas intentando acercarlos al amor de Dios. Espero que os guste y os sirva a todos para darse cuenta por qué estamos aquí.

Si tu mamá no lo hizo, tal vez tu abuela si: exhibir orgullosamente en su refrigerador los dibujos que hacías en la escuela primaria o en la escuela dominical. No importaba si no eran «artísticos». Eran un tesoro porque te amaba y porque los habías hecho para ella. Tus subdesarolladas habilidades no habían producido nada digno de mención hasta ese momento, pero ella vio el propósito de tu corazon y tuvo la sabiduría de comprender que todo lo que necesitabas era tiempo y práctica para perfeccionar tu talento inexperto. Su orgullo y su aliento te estimulaban.

No debemos olvidar que Dios es asi. De todas las analogias de Dios, probablemente la del padre amoroso sea la mejor. Dios no es un capataz de esclavos, ni un supervisor cruel, ni un perfeccionista exagerado listo para patearte donde te sientas si no lo haces todo exactamente bien.

Ahora bien, no me entiendas mal. Dios espera nuestros mejores esfuerzos y desea perfección. Pero su exigencia de perfección se satisfizo solamente una vez: con su primogenito Hijo Jesucristo. Debido a su muerte, sepultura y resurreccion, Dios ve a todos los creyentes a traves del desempeno impecable y el sacrificio de Cristo. Nuestros esfuerzos defectuosos e inmaduros para hacer lo que Dios requiere son hermosos a Sus ojos porque hemos aclarado que Jesus es nuestro apoderado, el que nos representa. Es como si nosotros patinaramos pero el juez solo viera a Jesús. Tiene que otorgar puros 10s. ¿No es ese el mejor negocio que te puedas imaginar? Dios ve el esfuerzo de Cristo... ¡y te da a ti la medalla de oro!

Entonces practicamente significa esto: nosotros ofrecemos nuestro trabajo escolar, nuestros esfuerzos en el empleo, nuestros intentos de hacer lo correcto y lo bueno para nuestro Padre como arte. Y lo hacemos sabiendo que si lo hemos hecho para agradarle, cuando lleguemos al hogar celestial vamos a encontrar esos apreciados esfuerzos exhibidos en el refrigerador de Dios. El orgulloso Padre nos tomara de la mano, nos llevara a la puerta del refrigerador, y dira: ¡Mira! Nuestro arte sera de una belleza magnifica. Y nosotros exclamaremos: ¿Yo hice eso? El mirando a Jesus y sabiendo lo que paso contestara: ¡Por supuesto que si, hijo! ¡Bien hecho!

P.D: Fotos de la vocacional de Mar-Cha 3, está ya colgadas en el Álbum de Fotos